miércoles, 25 de mayo de 2016

Constelacion Tauro

Tauro o Taurus (símbolo Taurus.svg, Unicode ♉) es una constelación zodiacal; su nombre en latín es Taurus y en español toro. Destaca en el cielo invernal, entre Aries al oeste y Géminis al este. Al norte se encuentran Perseo y Auriga; al sureste Orión, y al suroeste Eridanus y Cetus.
En el zodíaco es el segundo signo. Como tal, en la antigüedad contenía la constelación del mismo nombre, pero la precesión de los equinoccios ha hecho que el signo de Tauro se encuentre ocupado por la constelación de Aries. Actualmente el sol brilla sobre Tauro entre el 14 de mayo y el 21 de junio.






Aldebarán (α Tau), la estrella más brillante de la constelación, es una gigante roja de primera magnitud; forma un sistema binario con una tenue enana roja. Elnath (β Tau), segunda estrella más brillante, forma los cuernos del toro junto a ζ Tauri; esta última es una de las estrellas Be más estudiadas. Dos estrellas variables en la constelación, T Tauri y RV Tauri, son los prototipos de sendos grupos de estrellas que llevan sus nombres.
Tauro también contiene dos de los cúmulos abiertos más conocidos del firmamento: las Pléyades, donde cabe señalar a Merope (23 Tau), y las Híades, cuya estrella principal es γ Tauri.
La Nebulosa del Cangrejo (M1) se localiza en esta constelación. Es un resto de supernova proveniente de la explosión de una supernova en 1054 (SN 1054). La nebulosa fue observada por vez primera en 1731 por John Bevis.

Constelacion Osa Mayor






La constelación de Osa Mayor ha recibido diferentes nombres a lo largo de la Historia en función de las imágenes que la imaginación del ser humano ha visto en ella. Por ejemplo los árabes veían una caravana, los nativos americanos del Norte un cucharón o los Romanos bueyes de tiro.
Otras muchas civilizaciones han visto en su forma un oso. La mitología griega consideraba que Osa Mayor era la osa en la que había sido convertida Calisto por Artemisa tras haber sido seducida por Zeus. Homero menciona la Osa en el Canto V de la Odisea (hacia el siglo VIII a.d.c.) en el que Ulises intenta en vano guiarse por ella para regresar a Ítaca, su tierra. Ya en ese momento se conocía esta constelación con el sobrenombre de el Carro según indica el mismo autor, apelativo que continúa vigente hoy día en varios idiomas.
Una de las pocas estrellas mencionadas en la Biblia (Job 9:9; 38:32 – Orión y las Pléyades son las otras), Osa Mayor fue imaginada también como un oso por los hebreos y la mayoría de los norteamericanos. Sin embargo, como los osos no tienen colas largas, ellos consideraron a Alioth, Mizar y Alkaid como tres cachorros que siguen a su madre o a tres cazadores. ("El Oso" fue traducido mal como "Arcturus" en la Vulgata y el error persistió en la versión del Rey James de la Biblia. Las traducciones posteriores han corregido esto.)
La Osa Mayor forma parte de la cosmogonía ficticia creada por el escritor británico J. R. R. Tolkien para ambientar las historias de su legendarium. En estas historias El Carro toma el nombre de Valacirca (que en quenya significa ‘la hoz de los valar’). El Silmarillion narra cómo fue puesta en el firmamento por Varda cuando rehízo las estrellas.







martes, 24 de mayo de 2016

Constelacion Monoceros (Unicornio)

Monoceros (unicornio)


Monoceros (en griego unicornio) es una constelación en el cielo nocturno invernal del hemisferio norte, rodeada por Orión al oeste, Géminis al norte, el Can Mayor al sur e Hydra hacia el este. Otras constelaciones limítrofes son el Can Menor, Lepus y Puppis.


Monoceros (del griego Μονόκερως, el Unicornio) es una tenue constelación invernal (para los residentes boreales), situada justo en el ecuador celeste, que la cruza de este a oeste, y que resulta totalmente invisible para los cielos contaminados de la ciudad, dada la débil luminosidad que presentan sus principales estrellas, que rondan la cuarta magnitud. Pero como la Vía Láctea la cruza de norte a sur, resulta ser una interesante zona del cielo, repleta de objetos de cielo profundo que merecerán una visita detallada. Una gran profusión de estrellas dobles, cúmulos estelares y conocidas nebulosas como Roseta, la nebulosa Variable de Hubble o la Nebulosa del Cono, junto al cúmulo del Árbol de Navidad, justificarán un estudio detallado de esta zona, frecuentemente olvidada.
A pesar de la debilidad de sus estrellas, su localización no puede ser más fácil, pues se inserta, en la mayor parte de sus 482 grados cuadrados, dentro de los límites del conocido Triángulo de Invierno, constituido por las notabilísimas estrellas Sirio (Alpha Canis Majoris), Procyon (Alpha Canis Minoris) y Betelgeuse (Alpha Orionis). Orión la escolta por el oeste y la Hydra por el este, mientras Géminis y Canis Minor se erigen en su límite norte, y Canis Major la acompaña por el sur. Notables constelaciones, como se ve, por todos sus flancos. Puppis (la Popa) y Lepus (la Liebre) también limitan con El Unicornio.




La estrella, situada en los confines de la Vía Láctea, a 20.000 años-luz de distancia (más allá incluso que algunos cúmulos globulares), y que hasta entonces tenía una magnitud visual de decimoquinto orden, sufrió una violenta explosión, cuyo resplandor pudo captar el Telescopio Espacial Hubble. A partir de entonces, los astrónomos le hicieron un atento seguimiento, y convinieron en principio que se trataba de la explosión típica de una supernova. Pero el comportamiento posterior de la estrella desmintió esta hipótesis, pues en marzo y en abril V838 volvió a experimentar nuevos picos de luminosidad, llegando a alcanzar la magnitud visual de +6.75, y adquirió una luminosidad real equivalente a un millón de veces la de nuestro Sol. La estrella, cuyo tipo espectral es de B3V, y que es por tanto blanco-azulada, adquirió pronto un fuerte tono rojizo, consecuencia del enfriamiento ocasionado por la rápida expansión producto del enorme cataclismo. Siendo una estrella de la secuencia principal, el suceso provocó que alcanzara entre 1.200 y 1.800 veces el tamaño del Sol, convirtiéndose en una estrella supergigante roja en muy poco tiempo. Aunque la nebulosa en expansión parece tener dimensiones colosales, en realidad el fenómeno consiste en lo que se ha llamado ecos de luz, por los que la luz emitida por el suceso se refleja en las distintas capas de materia interestelar que ya rodeaba a la estrella previamente. Probablemente, en la actualidad la expansión de V838 ya se haya detenido, y estemos ante una regresión de un fenómeno para el que todavía no tenemos explicación satisfactoria, lo que convierte a nuestra protagonista en uno de los mayores enigmas del Universo. Ahora, V838 Monocerotis vuelve a tener la magnitud visual de +15.74 que tenía antes de la explosión. A continuación podemos observar el aspecto que presentaba en el mes de septiembre del año 2.006, cuatro años después del espectáculo que ofreció, según una fotografía del Telescopio Espacial Hubble.

se puede ver solo con telescopio ya que es muy pequeña.